La medicina regenerativa es una alternativa terapéutica que puede ser de suma utilidad en diversas patologías con fines curativos o paliativos. El Plasma Rico en Plaquetas (PRP) es un material biológico autólogo, que se obtiene de la misma sangre del paciente, la muestra que se necesita es obtenida mediante punción venosa, que posteriormente se centrifuga para separar los distintos componentes (glóbulos blancos, rojos, plaquetas, plasma). Una porción del centrifugado contiene plasma rico en plaquetas, que son las células que participan en la coagulación.Estas poseen un gran número de sustancias llamadas “factores de crecimiento” que estimulan la migración y división celular. El objetivo del procedimiento radica en que estos mediadores estimulen la respuesta reparativa de los tejidos dañados.
En los últimos años han aparecido innumerables publicaciones a favor y en contra del potencial resultado de la utilización del PRP en diversas patologías agudas o crónicas del sistema musculoesquelético, específicamente en lesiones tendinosas, fracturas, lesiones ligamentosas y musculares.
La artrosis (degeneración articular de diversos grados) es un capítulo aparte. Lo primero que debe saber el paciente es que la utilización de PRP no implica que haya un cambio objetivo en los estudios complementarios de diagnóstico de la patología, sin embargo en un gran porcentaje de los pacientes la utilización de PRP sólo o combinado con ácido hialurónico contribuye a la mejoría de la sintomatología clínica.
El PRP al ser autólogo, tiene un riesgo mínimo de ocasionar reacciones inmunes o de trasmisión de enfermedades infecciosas o contagiosas.Las reacciones descritas por el uso de PRP son extremadamente raras. Los principales riesgos incluyen infección local (<1%) y dolor en sitio de inyección.
La utilización de esta alternativa terapéutica no requiere de hospitalización ni anestesia y el tiempo estimado por sesión no suele superar los 20-30 minutos.
Debe mencionarse también que los resultados principalmente en pacientes con artrosis, no son permanentes ya que se trata de un tratamiento temporal y paliativo, siendo necesario en ocasiones repetir el procedimiento según recomendación del médico tratante.
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